El mejor amigo del hombre puede ser realmente el mejor amigo de niños con TEA, de acuerdo con algunos estudios sobre la interacción entre las mascotas y los niños con autismo.
Muchas investigaciones han demostrado que la Terapia Asistida con Animales a menudo puede proporcionar una manera de llegar a usuarios con TEA que las terapias tradicionales no consiguen. Para muchas de ellas, el animal proporciona una ventana de relacionarse, que después se puede traducir en sus otras relaciones.
Una característica del autismo que se manifiesta más notablemente es la deficiencia en la comunicación y en la formación de relaciones sociales.
Algunos médicos creen que el aumento en el número de niños con TEA es debido al mejor diagnóstico y a las nuevas definiciones de TEA. El término trastorno del espectro autista incluye ahora afecciones que solían diagnosticarse por separado:
- Trastorno autista
- Síndrome de Asperger
Perro ancla - Trastorno desintegrativo infantil
- Trastorno generalizado del desarrollo
Los niños que padecen Trastorno del Espectro Autista plantean quizá más desafíos a los padres que otras discapacidades más frecuentes, ya que no conectan bien con su entorno
Tienen una fuerte necesidad de un ambiente estructurado. Algunos niños incluso presentan serios cambios de comportamiento, incluyendo, a veces, la autolesión.
A menudo participan en conductas ritualistas, repetitivas o estereotipadas. Pueden hacer girar una moneda en el suelo, aletear las manos a la cara, o filtrar la arena a través de sus dedos a veces durante horas. Parecen vivir en un mundo del que tenemos poca comprensión
Se cree que los niños con autismo tienen un mayor nivel de información sensorial; Una sobrecarga.
Cómo puede ayudar un perro a un niño con autismo
Mucho se ha escrito sobre perros y el bienestar que producen en el ser humano, pero hoy quiero concretar los efectos beneficiosos que producen las Intervenciones Asistidas con Animales previamente entrenados en los niños autistas, tanto si hablamos de perros de asistencia o como de Terapia Asistida con Animales
Como he comentado en anteriores ocasiones, la diferencia principal entre un perro de asistencia y uno de terapia radica principalmente en que el primero convive con el usuario las 24 horas del día, pero si te interesa saber más no tienes más que pinchar aqui
Muchas familias que tienen niños con autismo están preocupadas porque en cualquier situación de bloqueo, el pequeño sale corriendo sin previo aviso y no saben donde va. La ansiedad de los padres sobre la seguridad de su hijo puede llevar al aislamiento social en algunos casos. Lo que hace el perro de asistencia es anclarse al niño y frenarse cuando tiene esas conductas para impedir que pueda huir. Como siempre se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras, os dejo con un vídeo de los compañeros de Bocalán que lo explica muy bien
Otra forma de trabajar es a través de la zooterapia y aquí podemos trabajar tanto con niños como con personas mayores. Los perros nos ayudan a conseguir que aparezca el juego social, a facilitar que interaccionen con su entorno y que logremos más fácilmente los objetivos marcados.
Existen muchas investigaciones que evidencian que los perros actúan en niños autistas como “catalizadores sociales”. Incluso en adultos consiguen que sean más sociales
El objetivo principal de las sesiones de terapia suele ser conseguir estimular su capacidad de afecto. La mayoría siente cierto miedo a los animales, así que la aproximación debe ser progresiva hasta que adquieren confianza. “Aprenden a acariciar su lomo, como si fuera un juego y se dan cuenta de que no les pasa nada y que el perro les corresponde de manera cariñosa. Esto es fundamental, porque como comentaba, ellos no suelen tener adquirida la habilidad de dar afecto”.
La terapia es también una excusa perfecta para trabajar otro tipo de cuestiones, como la expresión de emociones y las actitudes sociales. Se tiene en cuenta también el saludo voluntario, cuando acuden o se van al centro donde se realizan las clases.
Buscamos reconocer las distintas partes del cuerpo, propiciar un acercamiento al animal, darle de comer y de beber, órdenes, acariciarle, ponerle la correa y pasearlo en primer lugar en el local y después por la calle. “Es increíble verlos acercarse al perro una vez que le tienen confianza. Al final comienzan a sentir afecto por estos animales a los que hace unos meses temían”.
La idea de realizar terapia con animales (en concreto perros) con los niños autistas parte del hecho de que el nivel de comunicación que exige un animal es muy inferior al que plantea un humano. “Por ejemplo, intentamos que estos chicos expresen órdenes del tipo siéntate, levántate. Una única palabra es suficiente para que el animal le obedezca”. No obstante, la situación varía mucho de un chico a otro, en función del nivel intelectual que posea, o de su capacidad para el lenguaje verbal.
Con esta técnica se pretende cambiar los roles a los que habitualmente está acostumbrado un niño con autismo. “Buscamos que ellos controlen su propio entorno, propiciamos que den órdenes, algo que jamás han hecho”.
Hay que tener en cuenta que para un niño que padece autismo es fundamental la rutina y respetar siempre los mismos horarios, porque eso les ayuda a ubicarse dentro del propio día. Estos niños además están acostumbrados a que la actividad diaria esté siempre organizada por los adultos. “Con el perro cambian los roles. El niño ordena al perro, al mismo tiempo que se le da la posibilidad de alterar el orden de las fases en que está organizada la terapia”.
La Fundación Affinity ha realizado un completo protocolo de actividades que se pueden realizar con usuarios con trastorno de espectro autista, pero como ejemplo, os indico una actividad que funciona muy bien: Se llama me gusta / No me gusta
El objetivo de la actividad es que el niño exprese las actitudes de los demás que le agradan y desagradan.
Dispondremos de un puzzle del tamaño adecuado para el niño. El perro le entregará alternativamente las piezas al niño y al experto. Cada uno de ellos antes de colocar la pieza en el lugar correcto, deberá responder a la pregunta que le haga su compañero: ¿Qué es aquello que te gusta que los demás te hagan? o bien ¿Qué es aquello que no te gusta que los demás te hagan?
A medida que el perro les entregue las piezas con su boca, ellos formularán y responderán las preguntas, con la consigna de mirar a los ojos del interlocutor para demostrar su autoconfianza y seguridad.
Finalmente, cuando queden dos fichas, el perro entregará una de ellas a quien le toque el turno y le enseñará el siguiente texto escrito sobre una tarjeta “Dime dos cosas que le agraden a tu compañero”
Una vez que el puzzle esté terminado el niño podrá acariciar al perro.
En realidad son muchas las actividades que podemos realizar, pero hay que recordar que siempre deben estar dirigidas por profesionales del mundo de la educación y ser evaluables.
En resumen
En las sesiones con usuarios con espectro autista, los perros de terapia pueden mejorar:
- La conciencia y la regulación emocional
- Habilidades de gestión y mejoras del comportamiento
- Adquisición de habilidades
- Habilidades comunicativas
- Motricidad gruesa y fina
- La interacción social adecuada y la retroalimentación acerca de las habilidades sociales
- Asertividad
También consiguen:
- Provocar la atención y el compromiso
- Reforzar la adquisición y finalización de tareas
- Estimular la conversación y la interacción social
- Proporcionar oportunidades de integración social
¡Y sobre todo consiguen hacer más divertida la terapia!
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Espero que te haya sido de utilidad el artículo y ya sabes, si tienes alguna duda, no dudes en realizar algún tipo de comentario para que pueda resolvértela
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